El “régimen de la vida eterna” de Warren Buffet

El “régimen de la vida eterna” de Warren Buffet

Llevamos un par de días leyendo artículos sobre la sorprendente dieta del exitoso hombre de negocios Warren Buffet. Lo de “régimen de la vida eterna” suena un poco sarcástico, ya que su alimentación es nefasta, pero el motivo por el que la sigue resulta, cuanto menos, curioso. Buffet se puso a buscar la edad a la que había una tasa de mortalidad más baja para comer lo que comería alguien de esa edad. En este caso, sería una alimentación como la de un niño de 6 años.

Warren

 

Foto Art Streiber / Fortune

Por eso, Warren Buffet, que se encuentra en perfecto estado de salud a sus 84 años, dice consumir unas cinco Coca-Colas diarias. Así lo ha declarado en una entrevista con la revista Fortune, donde dice que toma tres durante el día y dos por la noche. Cuando se encuentra en casa, a veces se decide por una Cherry Coke. Según él, esto le da un aporte extra de energía y dice que un cuarto de su cuerpo es este refresco: “Como alrededor de 2.700 calorías diarias, y una cuarta parte de ellas son Coca Cola, bebo al menos cinco botellas pequeñas cada día”,

Asegura también que le encanta tomar esta bebida con palitos fritos de patata de UTZ Potato Stix, y que a veces opta por desayunar helado. “La mortalidad más baja está entre los niños de seis años, es por ello que he decidido alimentarme como ellos, es el camino más seguro que puedo tomar”, dice Warren Buffet.

La dieta del hielo

La dieta del hielo

Cuando creemos que ya nada puede sorprendernos en cuestión de dietas… ¡Pum! ¡Llega la dieta del hielo! El precursor de tan extraño régimen es Brian Weiner, que se basa en la premisa de que, aunque al principio aumente nuestra tasa metabólica, después el hielo nos ayudará a quemar la grasa y bajar de peso. En teoría, al ingerir según qué cantidades de hielo, nuestro cuerpo gastaría energía en calentarlo para poder adaptarlo a la temperatura del cuerpo.

Eso sí, lo que dice Weiner no es que haya que alimentarnos únicamente de hielo, por supuesto. La idea es mantener una alimentación equilibrada y combinarlo con una cierta cantidad de agua con hielo o hielo picado. El máximo que podríamos tomar sería un litro al día.

Con esa cantidad, quemaríamos unas 160 calorías diarias, según los cálculos del descubridor.

Por otro lado, algunos dentistas consideran que tanto hielo podría dañar el esmalte de nuestros dientes, mientras que ciertos dietistas creen que esta dieta sólo servirá para perder kilos de forma rápida, pero que se recuperarían al dejar de ingerir esta cantidad de hielo cada día.

Podéis encontrar más información en este artículo de El Confidencial

La dieta mediterránea es la que menos contamina

La dieta mediterránea es la que menos contamina

Un estudio en el que participan el Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, la Universidad Jaume I de Castellón y la Universidad de Huelva ha analizado la huella de carbono en los menús españoles, tomando en cuenta una dieta mediterránea, frente a lo que podemos encontrar en los países anglosajones, como Reino Unido o EE UU.

De este modo, en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, se analizaron 448 comidas y 448 cenas en las diferentes estaciones del año. Se incluyeron platos típicos que podemos encontrar en cualquier casa o restaurante, como el gazpacho, el pisto o la paella.

La huella de carbono media diaria que se obtuvo, una vez analizados los resultados, fue de 5,08 kg de CO2, muy inferior a la media en EE UU o Reino Unido para misma ingesta calórica (2.000 calorías).  Estas diferencias, según explica en El País Rosario Vidal, primera autora del estudio, se explicn porque “en España se consume mucha menos carne de vacuno -uno de los alimentos con mayor huella de carbono- y se toman más verduras y frutas, con baja huella de carbono”.

Podemos decir, por tanto, que nuestra dieta es más sana, pero también “más ecológica”.

Vía El País

La dieta del melón

La dieta del melón

El verano ya está aquí al lado y si aún no habéis empezado con la operación bikini, éste es el momento. Hay que ponerse en serio porque ya no queda nada para ir a la playa o la piscina y, desde luego, tenemos que acudir sin complejos de ningún tipo. Por eso, si hay un par de kilillos que os están haciendo sentir mal, no perdáis más tiempo. Hoy os traemos la dieta del melón, perfecta para perder dos kilos en apenas cinco días.

No es bueno que sigáis este tipo de dietas durante más tiempo del recomendado porque podría afectar a vuestro organismo al no contener la cantidad de nutrientes necesarios.

-Desayuno: Infusión + Melón
-Media mañana: Yogur desnatado
-Comida: Melón
-Media tarde: Gelatina light
-Merienda: Infusión + Melón
-Cena: Ensalada de verduras + 100 gramos de pescado, pollo o carne + Melón

El melón es diurético y nos permite eliminar toxinas. Además, contiene carbohidratos, potasio, vitaminas A y C, ácido fólico, etc. Contribuye también a controlar la grasa y el colesterol, y contribuye al buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Por ejemplo, facilita el tránsito intestinal y ayuda a evitar la formación de coágulos en la sangre.

Dieta Pegan

Dieta Pegan

Dicen que la dieta Pegan será una de las más seguidas este año, y de momento, ya hay muchas publicaciones que se han hecho eco de su éxito. Se trata de un plan de alimentación que mezcla los principios de la dieta paleo y la vegana. Debe su nombre a Mark Hyman y está basado en el consumo de productos frescos. Hay que evitar, por tanto, los alimentos procesados, con carbohidratos refinados o aditivos de algún tipo.

Se consumen fibras, frutas, cereales, verduras, hortalizas, etc. sin dejar de comer ni carne ni pescado. Susie Burrell explica en su plataforma web “Shape Me, the 30 Day Plan” que un menú típico de esta dieta “podría incluir una tortilla de verduras para el desayuno, una ensalada de pollo y quinoa para el almuerzo, frutas y nueces para merendar y un pequeño bol de carne, verduras y media taza de arroz integral para cenar”

En esta dieta, hay que reducir la cantidad de grasas, así como los lácteos y los productos que contengan gluten. En cambio, son necesarias las frutas y hortalizas, las grasas buenas (como aceite de oliva), la carne (en pequeñas cantidades), proteínas (sobre todo huevos), cereales integrales sin gluten y azúcar (sólo de vez en cuando).

Podéis saber más sobre esta dieta en el siguiente artículo de El Confidencial.

¿Qué puedes comer entre horas?

¿Qué puedes comer entre horas?

¿Quién no ha atracado la nevera ante un ataque de hambre voraz o ha comprado cualquier cosa en la primera maquina de sólidos que ha encontrado en el trabajo o en una sala de espera? Un capricho de este tipo, de cuando en cuando, es aceptable. Sin embargo, cuando se convierte en costumbre puede arruinar vuestros planes de bajar ese kilito que os sobra.

Por eso, hoy os traigo una serie de propuestas que pueden ayudaros a saciar el hambre y que no os harán ganar un peso excesivo. Por ejemplo, las barritas de cereales, las almendras tostadas o las pasas.

También algunas frutas, como las naranjas o mandarinas son perfectas cuando nos entra el hambre repentinamente en el trabajo o mientras estudiamos. Además, tienen muchísimos beneficios. Lo mismo ocurre con los albaricoques, ricos en vitamina A y fibra.

Si estos no son los alimentos que más os sacian, podéis probar con algún tipo de embutido bajo en sal, como por ejemplo el pavo.

Procurad llevar alguna de estas cosas en vuestro bolso o maletín cuando salgáis de casa para evitar tentaciones y, por extensión, futuros kilos de más.

Las ventajas de saltarse la dieta de vez en cuando

Las ventajas de saltarse la dieta de vez en cuando

Según un estudio publicado en Science Direct, permitirnos algún que otro capricho en la dieta semanal podría incluso ayudarnos a mantenernos en nuestro peso. Rita Coelho do Vale, Rik Pieters y Marcel Zeelenberg proponen un régimen de 10500 calorías a la semana en el cual se establece un día de descanso. Es decir, que ese día podríamos comer lo que quisiéramos, pero sin salirnos del límite recomendable de calorías semanales.

En el estudio, la mitad de los participantes tuvieron este día festivo en el que poder comer lo que les apeteciera, mientras que la otra mitad ingirió más o menos las mismas calorías cada día, sin permitirse ningún festín. Tras dos semanas alimentándose de esta manera, ambos grupos habían reducido su índice de masa corporal y no hubo diferencias significativas en cuanto a la pérdida de peso. Es decir, que los que mantuvieron un comportamiento más saludable no fueron más exitosos en sus objetivos que los que se permitieron caprichos.

Se pudo comprobar también que aquellos que habían comido lo que querían un día a la semana estaban dispuestos a continuar con la dieta con más ganas y eran capaces de mantener un régimen por más tiempo. “Si estamos agotados y de mal humor es más probable que nos demos por vencidos. Pero si podemos visualizar que pasados unos días vamos a poder tener un ‘día libre’ en el que disfrutaremos de platos que normalmente no entrarían dentro de un plan de adelgazamiento, es mucho más probable que nos adhiramos a lo que marque la dieta”, explica Rita Coelho.

La dieta de la naranja

La dieta de la naranja

¿Quieres adelgazar al mismo tiempo que mejora tu piel y todo tu organismo? Pues para ello, no hay mejor aliada que la naranja. Esta fruta es rica en fibra, contribuye a eliminar el colesterol y refuerza el sistema inmunológico. También es un gran recurso para combatir los problemas de piel y curar enfermedades infecciosas, tale como la tos o las aftas. Por otro lado, tiene grandes propiedades antioxidantes, por lo que previene el envejecimiento.

Durante esta dieta es recomendable beber dos litros de agua al día y evitar ciertos productos, como los fritos, los alimentos procesados o los refinados.

Aquí os dejamos un ejemplo de menú:

-Desayuno: un vaso de zumo de naranja y una infusión sin azúcar.
-Media mañana: té o café solo, sin azúcar y un yogur desnatado, si es posible de naranja.
-Comida: una naranja, dos huevos cocidos, una tostada de pan integral y una ensalada de tomate, cebolla y lechuga.
-Media tarde: zumo de naranja e infusión sin azúcar.
-Cena: una naranja o zumo de naranja, una ensalada de pepino y tomate, y 150 gramos de pollo o pavo a la plancha.

Menu ligero para bajar peso en dos semanas

Menu ligero para bajar peso en dos semanas

Mes de febrero que está volando y tú, sin empezar aún con la operación bikini. Con el buen tiempo a la vuelta de la esquina, no te da tiempo a realizar una dieta más elaborada y pausada en el tiempo.

Aunque aún nos quedan unas cuentas semanas antes de pisar por primera vez en el año la playa, te proponemos un reto: empezar a comer un menú ligero semanal para bajar de peso en dos semanas.

¡Si, si! Sólo dos semanas para perder esos kilitos que te sobran, al menos 5, notando así que estás perdiendo grasa de manera natural y sin temer al efecto rebote en tu cuerpo al finalizarla.

¿En qué consiste esta dieta?

Una excelente manera de bajar de peso de forma efectiva, pero corta. Así es lo que te proponemos: un menú ligero pero sano para que notes que pierdes esos kilos de más. Una moda que está creciendo con el paso del tiempo, y que funciona verdaderamente.

La creadora de esta dieta exprés la encontramos en Fiona Kirk y su libro ‘2 weeks in the Fast Lane” donde nos comparte una serie de menús sanos y muy ricos para adelgazar en poco tiempo.

El consejo estrella que da la nutricionista, autora de este famoso libro, es la perseverancia en comer los alimentos correctos y seguir una serie de tips para no decaer en el camino al peso ideal.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta en esta dieta es que es un menú donde se combinan muchos alimentos, pero sobre todo centrarse en los que contienen proteínas, pues son las responsables de la creación de la mayoría de los tejidos de nuestro cuerpo. Además, son un claro aporte de aminoácidos y ayudan a formar los jugos gástricos.

Ventajas del menú para bajar peso en dos semanas

Si queremos vernos mejor y con una ligera bajada de peso en tan solo medio mes, tenemos que tener en la mente que este tipo de dietas van a ayudarnos en más cosas, y no solo en perder esa grasa que nos fastidia.

Seguir una dieta rápida te protege de enfermedades cardiacas, te depura el organismo, no tiene efecto rebote, aporta pocas calorías, mejora la función hepática y es libre de carbohidratos, causantes principales de la obesidad.

Menú principal

Desayuno: todas las mañanas, durante estas dos semanas, la primera comida del día será la misma. El batido verde que os proponemos se puede alterar en cuanto a ingredientes para que no sea algo monótono, pero siempre debe ser lo mismo en cuanto a formato.

Los ingredientes principales son:

  • Medio aguacate
  • Medio Kiwi
  • 1 taza de hojas de espicana
  • Hojas de Apio
  • Media banana

Almuerzo: Estas comidas de medio día van a ir siempre con el plato principal inalterable, salvo por la diversidad de ingredientes, que será la ensalada verde. Aunque siempre sea una lechuga, podemos ir añadiéndole combinaciones de sabores para no aburrirnos, además de acompañarle de un segundo plato que irá variando.

Los ingredientes que puede contener nuestra ensalada son: pepino, lechuga, tomate, judías, cebolla perla, pimiento, semillas de girasol, germinados, zanahoria.

En cuanto al segundo plato, podemos alternar entre filetes de pescado o filetes de ave de tamaño mediano/grande, espinacas al vapor o judías.

Cena: Finalmente, la última comida del día iremos comiendo un poco variado entre estos platos que te proponemos. Volvemos a optar por ensalada verde, pero si nos resulta algo pesada nos decantaremos por un filete de salmón, 1 bistec de res mediano, pescado al vapor, pollo a la plancha, fruta y yogurt light sin azúcar.

En cuanto a la bebida, podemos tomar té verde o tibetan tea para ayudarnos en nuestro propósito de adelgazar aún más, y si entre comidas nos entra un poco de hambre, podemos decantarnos por tomar alguna fruta o cereales secos.

La fórmula del éxito de esta dieta consiste en ir combinando con cabeza todos estos alimentos durante las dos semanas de duración y, con la mentalidad de que en ningún momento estas pasando hambre, pues siempre tenemos un menú diario completo.

¡Conseguir una mejora física está en nuestro poder, y además conseguiremos mejorar nuestra alimentación de forma mejorable! ¿Te unes a nuestro reto?

Empieza tu operación bikini con una “dieta de choque”

Con el buen tiempo empieza la operación bikini

De cara a la primavera todos y todas nos empezamos a preocupar un poco más por nuestra figura, por cómo nos veremos con ropa más ligera cuando digamos adiós al frío invierno. Abrimos el armario donde tenemos bien guarda la ropa del verano anterior, aquella que nos sentaba de maravilla y pensamos si este año entraremos o no en ella. Pasamos más tiempo mirándonos en el espejo, de arriba a abajo, por delante, por detrás y de costado. Observamos los michelines que han crecido durante el invierno a nivel de la cintura o bajo el trasero. La dichosa celulitis está un poco más marcada que el último año. Estamos apunto de volver a utilizar el bañador o bikini que nos compramos el verano pasado y puede que no nos quede tan bien como lo hizo entonces. Es hora de tomar decisiones serias. Sólo tenemos un par de meses, antes de que llegue el verano, para perder los kilos que nos sobran. No hay tiempo que perder. ¡Necesito un milagro!

Si te ves reflejado en esta situación, olvídate de los milagros, pues no existen. Lo que realmente necesitas es ayuda urgente de un profesional. Haz ejercicio a diario y acude a un nutricionista para que te paute una dieta hipocalórica adaptada a ti.


Mi dieta clave: la “dieta de choque”

Cuando acudís a mi con este tipo de consultas, siempre os planteo el mismo tipo de dieta. Yo la llamo “dieta de choque” y os voy a desvelar mis secretos para elaborarlas.

Estas “dietas de choque” son algo restrictivas en hidratos de carbono complejos y energía (hipocalóricas). De esta forma conseguiremos que el organismo utilice las grasas de reserva para obtener energía para realizar las actividades de la vida cotidiana. Es decir, al limitar la ingesta de carbohidratos, el cuerpo quema las grasas almacenadas en el cuerpo, lo que produce una pérdida de masa grasa, que se traduce directamente en una pérdida de peso corporal.

Además de restingir los hidratos de carbono, se deben elegir los alimentos que contengan menos materia grasa y utilizar la mínima grasa o aceite de cocción para las preparaciones de nuestros platos. Vamos a tomar el mínimo aceite posible.

Los desayunos suelen ser bastante completos. Es el único momento del día en el que incluyo la ingesta de algún carbohidrato, ya sea pan, cereales o galletas, todos ellos integrales.

Las medias mañanas y meriendas son fundamentales para recuperar energía entre horas y controlar la sensación de apetito. Además nos sirven para aportar azúcares de rápida absorción que nos eviten las bajadas de azúcares y con ellas, los episodios de desmayos o debilidad.

Los almuerzos estarán formados por una proteína de origen animal bajas en grasa, ya sea carne, pescado o huevo, un plato de verdura y una pieza de fruta.

Las cenas son ligeras y suelo incluir ensaladas, cremas, caldos, algún embutido bajo en grasa y algo de fruta o un yogur. Siempre tengo en cuenta que se mantenga una proporción correcta entre proteínas y verduras.

Por supuesto, siempre siempre siempre debemos acompañar nuestra dieta con actividad física diaria, para fortalecer nuestros músculos y con un aporte adecuado de agua, que nos hidrate bien el cuerpo.

Debido a que este tipo de dietas son bastante duras de llevar a la práctica y a que son restrictivas en nutrientes (carbohidratos) las planifico únicamente para una duración de 2 semanas consecutivas como máximo. Tras este periodo de tiempo, se hace necesario modificar el plan de comidas y adaptarlo más a una dieta equilibrada, para no comprometer así los procesos vitales del organismo.

Los resultados obtenidos son 100% satisfactorios

Las personas que realizan estas “dietas de choque” suelen estar muy contentas con los resultados obtenidos, pues en un par de semanas pierden bastante peso, se ven mejor, más ágiles, la ropa les empieza a quedar más holguera y se sienten con más ánimo para afrontar unas cuantas semanas más el tratamiento dietético.

No existe una cifra fija de pérdida de peso tras esta dieta. La pérdida dependerá de múltiples factores, como son la edad, el sexo, el ritmo metabólico, la capacidad de sacrificio de la persona a la hora de hacer el plan de comidas, el nivel de actividad física que realice y los kilos de grasa que deba perder.

Actúa contra los michelines del invierno y empieza tu operación bikini con una buena dieta de choque.