Las ventajas de saltarse la dieta de vez en cuando

Según un estudio publicado en Science Direct, permitirnos algún que otro capricho en la dieta semanal podría incluso ayudarnos a mantenernos en nuestro peso. Rita Coelho do Vale, Rik Pieters y Marcel Zeelenberg proponen un régimen de 10500 calorías a la semana en el cual se establece un día de descanso. Es decir, que ese día podríamos comer lo que quisiéramos, pero sin salirnos del límite recomendable de calorías semanales.

En el estudio, la mitad de los participantes tuvieron este día festivo en el que poder comer lo que les apeteciera, mientras que la otra mitad ingirió más o menos las mismas calorías cada día, sin permitirse ningún festín. Tras dos semanas alimentándose de esta manera, ambos grupos habían reducido su índice de masa corporal y no hubo diferencias significativas en cuanto a la pérdida de peso. Es decir, que los que mantuvieron un comportamiento más saludable no fueron más exitosos en sus objetivos que los que se permitieron caprichos.

Se pudo comprobar también que aquellos que habían comido lo que querían un día a la semana estaban dispuestos a continuar con la dieta con más ganas y eran capaces de mantener un régimen por más tiempo. “Si estamos agotados y de mal humor es más probable que nos demos por vencidos. Pero si podemos visualizar que pasados unos días vamos a poder tener un ‘día libre’ en el que disfrutaremos de platos que normalmente no entrarían dentro de un plan de adelgazamiento, es mucho más probable que nos adhiramos a lo que marque la dieta”, explica Rita Coelho.

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