Conoce el DHA

El DHA, también llamado ácido docosahexaenoico, es imprescindible en la salud cardiovascular e influye positivamente en el cuidado de la visión. No se le considera un nutriente esencial, ya que el cuerpo está perfectamente capacitado para producirlo en base a otros dos ácidos (omega 6 y omega 3), que sí resultan esenciales porque nuestro sistema no puede generarlos por sí mismo y necesita adquirirlos por la dieta o determinados suplementos.

Sin embargo, sí es fundamental en las primeras etapas de la vida del ser humano, especialmente debido a que tiene bastante peso en el desarrollo de los sistemas neurológico y visual, y a que ayuda a prevenir enfermedades de índole cardiovascular.

Dicho ácido, tiene diversas ventajas y funciones en nuestro organismo como participar en el crecimiento y la reparación de las células, contribuir a la composición de sustancias que ayudan a regular la presión arterial y la coagulación de la sangre. También tiene un papel importante en el desarrollo neuronal, de hecho este compuesto está muy presente en el cerebro y en varios tejidos nerviosos, además de en la retina, ya que como hemos mencionado es beneficioso para la vista. Posee beneficios para los recién nacidos durante los períodos de embarazo y lactancia, favoreciendo el desarrollo de sus funciones y previniendo el deterioro cognitivo.

Está demostrado por estudios que personas con alta concentración de ácido docosahexaenoico poseen mejores capacidades mentales, les facilita la memorización y el aprendizaje, conjuntamente con la protección que otorga a las funciones cerebrales. Más estudios evidencian que protege de enfermedades cardiovasculares, reduce el colesterol, regula la presión arterial y tiene un efecto antiinflamatorio. Algunos aseguran que ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad o ciertos tipos de cáncer, además de que puede ser beneficioso para aquellos que padecen enfermedades como la hiperactividad.

A su vez, adicional al cerebro, tiene una gran presencia en la retina, interviniendo en el mantenimiento de los tejidos visuales y la vista en sí. Su falta podría ser un factor de ceguera en personas mayores, pero esto no está totalmente probado.

El desequilibrio de este componente puede ser perjudicial con distintas consecuencias para la salud de las personas. Su insuficiencia podría provocar retraso en el crecimiento de los bebés, posibles alteraciones en la piel y más riesgo a infecciones o mala cicatrización de algunas heridas, el empeoramiento de la vista, la memoria y el aprendizaje. Por el contrario, el DHA en exceso podría producir diarrea, molestias gástricas, eructos o acidez.

La principal fuente de obtención de este ácido es, sobre todo, el pescado azul, tales como el salmón o la caballa. Se puede obtener también por suplementos como aceites de pescado y se encuentra en algunos alimentos como la leche o los huevos.

Por lo tanto, en adición a las cantidades de ácido docosahexaenoico que ya genera nuestro organismo, siempre es bueno potenciarlo con una dieta equilibrada y rica en nutrientes, nunca excesivamente, ya que como hemos visto puede ejercer efectos nocivos y ciertamente molestos e incómodos sobre la salud de uno.

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