Las propiedades anticancerígenas de la cúrcuma

“Curcuma es un género de alrededor de 80 especies de la familia Zingiberaceae. Curcuma longa, de nombre común cúrcuma, es una planta herbácea de la familia de las Zingiberaceae nativa del suroeste de la India.”

Usualmente conocida como “La reina de las especias” o “La especia de la vida”, es oriunda de las regiones asiáticas, aunque se puede encontrar también en áreas tropicales. En su trayectoria histórica encontramos que se introduce constantemente a la sociedad sobre todo en el ámbito gastronómico. No obstante, sus características curativas han sido utilizadas también en menor medida por la población. No es hasta las últimas décadas cuando el desarrollo de la ciencia ha permitido hacer un análisis más exhaustivo de sus propiedades y composición química. 

La cúrcuma es una planta con múltiples usos dentro de la medicina tradicional. Usualmente se administra con el objetivo de paliar malestares como las diarreas, cólicos e inflamaciones. El método habitual para prepararla es moliendo e hirviendo el rizoma y con el polvo naranja que se obtiene de este proceso elaborar diferentes productos.

Estudios recientes han sido capaces de identificar el compuesto químico que provee las propiedades medicinales de esta: curcumina. Si bien al ingerir esta sustancia nuestro organismo la absorbe con dificultad, es posible potenciar dicha absorción si la consumimos acompañada de pimienta negra como suele prepararse en el curry.

Cáncer: preámbulo 

Los radicales libres u oxidantes, cumplen una función transformadora cuando el organismo se ve lesionado. Su tarea es básicamente defender al cuerpo contra infecciones y bacterias. Sin embargo  en el proceso de protección nuestras células pueden resultar dañadas y comienza entonces una degeneración corporal debido a la constante afectación de las mismas por los radicales libres. Esto puede derivar en enfermedades del corazón o inflamación crónica, las cuales precipitan el envejecimiento prematuro y el crecimiento de células.

Por lo tanto, las propiedades antioxidantes y antinflamatorias de la cúrcuma se posicionan como importantes hallazgos en el ámbito terapéutico. 

Cúrcuma contra el cáncer

La efectividad del tratamiento, con los compuestos extraídos de esta planta, en la batalla contra el cáncer ha ido ganando prestigio y aceptación con el paso de los años. Según la Universidad de Texas MD Anderson Center, la curcumina detiene el avance de las células cancerígenas dentro del organismo humano y favorece la apoptosis (muerte de estas células).

En el 2010 se comenzó una investigación para intentar una producción constante de esta sustancia en tejidos afectados. Para esto se inyectaban los mismos con curcumina y se esperaba a que las células respondieran al estímulo del compuesto. De responder favorablemente, este tratamiento ayudaría considerablemente en tratamientos alternativos contra el cáncer.

Sus efectos más notables son los antioxidantes, antitumorales y anti-inflamatorios, los cuales inciden positivamente en las tres etapas del cáncer (Inicio, desarrollo y progreso).

Gracias a pruebas en animales, hasta el momento se ha demostrado su funcionamiento en los siguientes tipos de cáncer:

• cáncer de mama

• cuello uterino

• colon, estómago

• hígado

• leucemia

• células cancerígenas de la cavidad bucal

• páncreas

• ovario 

• próstata

Cómo funciona la cúrcuma en relación al cáncer

A través de una investigación centrada en el cáncer de próstata dirigida por la Universidad de Alabama realizada 2007, se ha podido llegar a las siguientes conclusiones:

• Actúa sobre las células, forzándolas a producir proteínas que juegan un papel importante en el proceso de apoptosis o muerte celular programada.

• Disminuye notablemente la aparición de tumores malignos al limitar la generación de la proteína MDM2. 

Basándose en la premisa de que el activador de la inflamación NF-KB cumple un importante rol en la creación de MDM2, científicos interesados en el tema decidieron realizar varios test en ratones vivos. Con el objetivo de demostrar esta tesis se les implantaron células cancerosas que eventualmente derivaron en tumores malignos.

En un periodo de 4 semanas, durante 5 días de las mismas se les administró a los roedores un placebo o curcumina.  Estos últimos fueron subdivididos en tres grupos (a, b, c) a los cuales se les administró; solo la curcumina, el producto y gemcitabina (agente quimioterápico) y  curcumina mas radiación, respectivamente.

• Los resultados arrojaron la respuesta de que “inhibió el crecimiento de los injertos de cáncer de próstata y mejoró los efectos anticancerígenos de la gemcitabina y la radioterapia”.

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