En verano a nadie le apetece hacer dieta sino salir de terrazas y pinchos cuanto más mejor. Pero si lo pensáis bien, es una de las mejores épocas para hacerlo porque aunque a la operación bikini ya no lleguemos, podemos aprovechar para alimentarnos con sabrosas frutas y ensaladas fresquitas, bebiendo mucha agua. Es algo que en lugar de costarnos trabajo, nos apetece y encima nos viene genial para preparar el cuerpo de cara al próximo otoño.
Si además de una alimentación más ligera, os atrevéis con la dieta, una de las más apetecibles, en mi opinión, es la dieta de la sandía. Como hemos comentado en anteriores ocasiones, esta fruta es agua casi en su totalidad, por lo que os saciaréis pero no os aportará prácticamente nada de calorías. Es muy rápida y promete resultados visibles, claro que, como suele ocurrir con este tipo de dietas, es probable que volváis a ganarlo rápidamente si no seguís algún tipo de dieta de mantenimiento.
Hay dos propuestas de menú entre las que podéis elegir cada uno de los 5 días que dura el plan:
Desayuno: café o té, dos galletas integrales, yogur natural y rodaja de sandía
Media mañana: toda la sandía que desees
Comida: ensalada de zanahoria y tomate, pechuga a la plancha y rodaja de sandía
Merienda: toda la sandía que desees
Cena: verduras hervidas o al vapor, pescado asado y rodaja de sandía
Desayuno: café o té, rodaja de sandía y pan tostado
Media mañana: café o té y toda la sandía que desees
Comida: filete de ternera a la plancha, arroz cocido y yogur natural
Media tarde: zumo de sandía
Cena: puré de verduras, tortilla de espinacas o espárragos y rodaja de sandía