Las vitaminas antioxidantes de los alimentos

El mundo de las vitaminas

Las vitaminas se definen como compuestos orgánicos que es necesario ingerir con la dieta en pequeñas cantidades para mantener las funciones corporales fundamentales, como son el crecimiento, el desarrollo, el metabolismo y la integridad celular.

Junto con los minerales, las vitaminas pertenecen al grupo de los micronutrientes, ya que al no utilizarse como combustible energético o con propósitos estructurales, se necesitan en cantidades mucho más pequeñas que los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas (conocidos estos tres nutrientes como macronutrientes).

En los alimentos vamos a encontrar diferentes tipos de vitaminas:

  • Ocho sustancias del denominado complejo vitamínico B: tiamina, riboflavina, piridoxina, niacina, cobalamina, folato, biotina y ácido pantoténico.
  • Vitamina C o ácido ascórbico
  • Vitaminas liposolubles: A, D, E y K.

Algunas de ellas no son estrictamente esenciales, es decir, no deben ingerirse obligatoriamente a través de la alimentación, ya que el organismo es capaz de sintetizarlas. Así, la vitamina D es sintetizada por la piel expuesta a la luz solar y la niacina se sintetiza a través del aminoácido triptófano.

Todas las vitaminas del complejo B, la vitamina C y la vitamina (una vez reducida) se requieren como coenzimas o como componentes de coenzimas y participan en numerosas reacciones metabólicas. Las otras funciones de las vitaminas son más variadas. La vitamina D es el precursor del 1,25-dihidroxicolecalciferol, un compuesto esencial en el desarrollo y modelado del tejido óseo y, en numerosas funciones celulares de otros tejidos. La vitamina A se requiere para la formación del 11-cis-retinal que actúa como un pigmento visual. La vitamina E es un antioxidante lipídico y la vitamina C actúa como un antioxidante en sistemas hidrofílicos (que presentan afinidad con el medio acuoso).

Vitaminas antioxidantes de origen alimentario

Vitamina C

Es un antioxidante hidrosoluble con un alto poder reductor. Actúa como cofactor para numerosas enzimas implicadas en la biosíntesis de colágeno, carnitina y algunos neurotransmisores. La vitamina C se considera esencial, ya que no puede ser sintetizada por el organismo humano y, por tanto, se debe ingerir esta vitamina a través de la alimentación.

Esta vitamina se haya muy extendida en la naturaleza, pero se encuentra principalmente en los alimentos de origen vegetal. En general, todas la frutas y verduras la contienen en mayor o menor cantidad, siendo escaso su contenido en los cereales. Las frutas más ricas en vitamina C son las ácidas (kiwi, fresas, grosellas, mango, naranja), ya que el pH bajo (ácido) estabiliza la vitamina C. En los alimentos de origen animal, la cantidad de vitamina C que está presente es escasa, aunque aparece en vísceras como hígado, riñón y cerebro.

Esta vitamina C ha sido y es objeto de numerosas investigaciones científicas. Se la considera involucrada en la curación y prevención de enfermedades como el escorbuto y el resfriado común. Actualmente se la relaciona con otras enfermedades como el cáncer, la aterosclerosis, enfermedades inmunológicas…

 

Vitamina E

El término “vitamina E” se utiliza para referirse a todos los tocoferoles (existen 8 tipos diferentes de tocoferoles), aunque el alfa-tocoferol es el que tiene una actividad biológica más elevada, lo que lo hace el miembro más importante del complejo vitamínico E.

La vitamina E es un antioxidante muy efectivo en la protección de los ácidos grasos insaturados y otras sustancias muy susceptibles a la oxidación. Además, los tocoferoles actúan en el organismo estabilizando otras vitaminas, en particular la vitamina A. Entre las propiedades más destacables de la vitamina E se encuentran la estabilización de las membranas biológicas, la inhibición de la agregación plaquetaria, la protección frente a la hemólisis y un efecto sobre actividades enzimáticas. De estas propiedades se deriva su implicación en enfermedades tales como cataratas, cáncer, diabetes mellitus, alteración de la respuesta inmunológica o enfermedad de Alzheimer.

La vitamina E está ampliamente distribuida en la naturaleza. Como fuentes ricas en vitamina E pueden citarse los aceites vegetales de soja, maíz, oliva, semilla de algodón y cártamo, así como los productos alimenticios derivados de dichos aceites, como pueden ser las margarinas y mayonesas. Además también encontramos vitamina E en el germen de trigo, las nueces y otros cereales. En lo referente a las plantas, la vitamina E se localiza en las hojas y partes más verdes, y en los animales, en el tejido adiposo (grasa).

Otros compuestos antioxidantes presentes en los alimentos

Coenzima Q10

Desde el punto de vista químico, la CoQ10 es un lípido que puede provenir de la dieta o puede formarse mediante síntesis endógena en el organismo. Su principal localización en el organismo es en la membranas celulares, pero también podemos encontrarla formando parte de la molécula de LDL.

Su principal función es como antioxidante frente a la peroxidación lipídica, lo que hace que una de sus mayores aplicaciones sea en dolencia cardíacas, como la insuficiencia cardíaca. Así, la suplementación con CoQ10 en pacientes que presentan insuficiencia cardíaca, da lugar a una mejoría en la función del miocardio (corazón).

Dentro de la naturaleza, el CoQ10 está ampliamente distribuido, pudiendo encontrarse en muchos tejidos tanto vegetales como animales. En alimentos de origen animal destaca su contenido en la carne de ternera, pollo, cerdo, corazón del cerdo, pescado, huevos y leche. Entre los alimentos de origen vegetal podemos mencionar los aceites vegetales, coliflor, pero y naranja.

Flavonoides

Los flavonoides son pigmentos naturales que protegen al organismo del daño producido por agentes oxidantes, como pueden ser los rayos ultravioleta, sustancias tóxicas presenten en los alimentos, la contaminación ambiental, etc. Muchos trabajos demuestran su efecto beneficioso contra muchas enfermedades, sobre todo de tipo cardiovascular y oncológicas (protegen al ADN de la oxidación). Según su estructura química diferenciamos entre: flavanos, flavonoles, flavonas y antocianinas.

Los flavonoides se encuentran en frutas, verduras, semillas y flores, así como en cerveza, vino, té verde, té negro y soja.

Resveratrol

Es un polifenol que se encuentra principalmente en la piel de las uvas y, en menor cantidad, en los cacahuetes. Este compuesto presenta un efecto cardioprotector al inhibir la oxidación de las LDL, la agregación plaquetaria y la síntesis de eicosanoides.

Estudios recientes demuestran también su función como quimioprotector al inhibir mecanismos celulares relacionados con la iniciación, promoción y protección del cáncer. El resveratrol actúa como un agente antimutagénico.

Compuestos fenólicos

En los últimos años se ha prestado gran interés a los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen por su gran actividad antioxidante. Un efecto importante de estos compuestos fenólicos es su papel en la defensa antioxidante celular y como agentes preventivos o terapéuticos en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Por su poder antiinflamatorio, ejercen un efecto inhibidor del proceso inflamatorio y de las moléculas de adhesión, a la vez que limitan la oxidación de las LDL, disminuyendo así su poder aterogénico.

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