Dieta equilibrada

Dieta equilibrada

La alimentación, es al base de la salud y el bienestar, si la cuidamos, prevenimos enfermedades, nos nutrimos adecuadamente, mantenemos nuestra figura, el peso adecuado… para ello, la dieta ha de ser equilibrada en todos los aspectos.

Al día, se deben de comer cinco piezas de fruta y verdura. Estas han de estar distribuidas durante la mañana (a mitad), la tarde (a mitad), ensaladas en la comida y la cena. Si se distribuyen de esta forma, se cumplirá una norma fundamental de la dieta, lo cual, responde en beneficio de nuestra salud.

Las frutas y verduras, aportan grandes beneficios, entre ellos, acelerar el metabolismo, es decir, quemar calorías de forma eficiente.

Otro elemento importante para la dieta es el consumo de agua. Se ha de beber alrededor de ocho vasos al día, de esta forma te sentirás mucho mejor. Los zumos de frutas, ayudan igualmente, además de aportar vitaminas y otros nutrientes. Gaseosas y bebidas artificiales, hay que dejarlas a un lado, pues no hidratan lo suficiente y nos aportan calorías que no nos hacen falta para nada en esta forma, además de los colorantes y conservantes que contienen.

Al día, se han de realizar cinco comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.

El desayuno ha de ser la más completa, pues el organismo se encuentra dispuesto a aceptar mejor los nutrientes después de las horas de descanso en las que se ha regenerado.

A media mañana, nos debemos de saciar con algo ligero para no llegar demasiado ansiosos a la comida. Una fruta, sándwich… será lo más adecuado.

En la comida, no debemos abusar, pero siempre ha de ser equilibrada.

La merienda cumple la misma función que el almuerzo.

La cena, igualmente ha de ser equilibrada, pero con alimentos ligeros.

Dieta para un cabello sano

Dieta para un cabello sano

La mayoría de las dietas, siempre están indicadas para bajar de peso, pero las hay también destinadas a mantener alguna parte del organismo en forma, es decir, alguna zona del cuerpo que necesite especial atención en nutrientes, por ejemplo, el cabello. Esta parte del organismo, necesita de cuidados externos como los productos de cosmética, pero el cuidado desde el interior, es igualmente necesario para mantenerlo con vida, nutrido, sin debilidad… vitaminas y minerales son necesarios y estos se administran a través de una dieta específica, equilibrada para ello.

Siempre se dice que “somos lo que comemos” y esto también se demuestra en el cabello. Debemos alimentarnos con productos ricos en biotina, ácido fólico y vitamina B12. La biotina y el ácido fólico, aceleran el metabolismo del cabello, piel y uñas. La primera, se encuentra en la levadura de cerveza, cereales, hígado y yema del huevo. El segundo en la brócoli, levadura de cerveza, zumo de naranja, verduras, germen de trigo e hígado. La vitamina B12, la puedes encontrar en almejas, huevos, carne de pollo, res y mariscos, también, aunque en menor cantidad, en la levadura de cerveza, germen de trigo y soja.

Además de todos estos nutrientes, también son necesarias otras vitaminas, además del hierro. Las del complejo B más la C y E.

El hierro es necesario para aportar brillo, algo que pierde si se tienen anemia. Se encuentra en huevos, legumbres, verduras, cebada, harina de trigo, pan integral, frutos secos y pescado.

El complejo B previene las canas y la caída. Se encuentra en lácteos, cereales integrales, verduras, legumbres, pescado y carnes.

Las vitaminas C y E, permiten absorber el hierro mucho mejor y consiguen suavidad. Se encuentran en los cítricos, verduras de hoja verde, leche, hígado, germen de trigo, cereales integrales, aceites vegetales y huevos.

Cocinar en la dieta

Cocinar en la dieta

En una dieta, surge muchas veces la duda de qué forma será más conveniente comer los alimentos, por ejemplo, ¿crudos, cocidos? Frutas y verduras, son muy ricos en vitaminas y minerales, pero si los consumimos en estado natural son el éxito de la dieta,  también se pueden cocinar, pero hay que saber cómo hacerlo perfectamente para que conserven toda su riqueza y nos aporten todos lo nutrientes en su máxima cantidad.

Se aproxima la época más calurosa del año, en la cual, las ensaladas son muy consumidas, en ellas añadimos todo tipo de vegetales y hemos de aprovechar todas sus propiedades nutritivas al máximo.

Estos se comen en crudo, por ello, nos aportan el máximo de nutrientes y no pierden ninguno de ellos al no ser cocinados. Uno de los ejemplos, lo tenemos en el tomate, este tiene un potente antioxidante llamado licopeno. Si comemos el tomate en estado natural, la acción antioxidante que ejerce se realiza el máximo, sin embargo, si se cocinan o enlatan, pierden el 10% de sus nutrientes.

Si cocinamos algún alimento, se recomienda cocerlo lo más rápido posible y con la menor cantidad de agua, en el caso de las verduras, se puede realizar de esta forma. Evita exponerlos demasiado tiempo a largas exposiciones de calor, ya que los elementos: agua y calor, disuelven las vitaminas que los alimentos vegetales tienen.

Una forma muy recomendable de cocinar, es al vapor o en ollas de presión, pues se evita el contacto directo con el agua. Si en tu dieta cocinas las verduras en agua, te recomendamos que utilices el caldo para consumirlo, de esta forma, aprovechas los nutrientes que en este quedan.

La dieta del plátano

La dieta del plátano

La dieta del plátano, se ha hecho muy popular en Japón, incluso en la época de su auge, llegó a escasear esta fruta por su demanda.

Esta dieta, consiste en tomar dos plátanos en el desayuno (siempre frescos y a temperatura ambiente). En la comida y cena, se consume lo que desees, pero con la condición de que a partir de las 8pm no hay que consumir nada.

Los postres quedan totalmente prohibidos en las comidas y el agua el único líquido que se bebe.

El control de los alimentos que se consumen, es primordial, a ello, se le une la práctica del ejercicio.

El éxito de esta dieta, está en que el plátano, cumple una función saciante ante la ansiedad, calma el apetito, sin embargo, el resto del día, es muy largo para que dure la saciedad y niega la carencia de otras frutas, al no poder consumir otro tipo de postre. Esto supone un engaño y un error de alimentación, pues no es para nada una dieta equilibrada.

Esta clase de dietas que anuncian milagros, nos hacen emocionarnos y seguir la corriente de todo el mundo, aunque la información sea poco, allá que nos lanzamos a realizarla.

Esta dieta, en Japón, se ha desmesurado entre la población. El boom de la “dieta del plátano”, tiene muchas lagunas en su información. Por parte de los ciudadanos, es una forma despreocupada de alimentarse, pues su funcionamiento no es seguro, incluso se podría decir que nulo. Un ejemplo dudoso.

El pan en la dieta

El pan en la dieta

Todos pensamos que el pan se ha de eliminar de la dieta porque es uno de los alimentos que más engordan, pero esto es un error.

El pan ha de estar presente en toda dieta, pues es un gran aporte de hidratos de carbono, fibra, proteínas, vitaminas y minerales, toda una fuente de energía necesaria para el organismo.

Ante este ejemplo, podemos nombrar el libro “Pan y obesidad: una revisión sistemática”, cuyo autor es Luis Serra, catedrático de Medicina y Salud Pública de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Fundación Dieta Mediterránea. En este libro, se da la información del consumo de pan durante los últimos 25 años en España, dando prueba de que el pan, ayuda a perder peso. La masa corporal (IMC), se ver reducida por su consumo, disminuye la cintura y se sufre menor riesgo para subir de peso. Hay que decir que mayormente se habla del pan integral.

Los nutricionistas, recomiendan en las dietas, el consumo de pan en cantidades que oscilan desde los 200 a 250 g., siempre repartido en las comidas. Si se trata de dietas estrictas, el consumo se rebaja a 100g.

Es muy común la idea de dejar de consumir pan al realizar una dieta hipocalórica, esto, como ya hemos señalado, es un gran error, el cual, es debido a la falta de información. El pan ha de ser consumido para un correcto equilibrio en la dieta. Hay que tener claro que estamos hablando de pan solo, sin acompañamiento de otros alimentos más calóricos.

La dieta de las ocho horas

La dieta de las ocho horas

Llevo un tiempo oyendo hablar de esta dieta, que parece ser que está teniendo bastante éxito. Se habla de ella en un libro llamado “La Dieta de las 8 horas” de David Zinezenko y en algunos estudios. De momento, la teoría es sencilla y aparentemente efectiva. Otra cosa son los posibles efectos de este plan alimenticio, ya que algunos consideran que podría tener consecuencias negativas a la larga.

La idea es concentrar todas las comidas del día en 8 horas y después pasar 16 sin ingerir ningún alimento. En principio, se puede comer todo lo que uno quiera, aunque lo aconsejable es eliminar los carbohidratos, especialmente los azúcares, el pan y la pasta.

También conviene combinar la dieta con algunos minutos de ejercicio diario, como en cualquier otra. Se pueden adelgazar varios kilos en una semana, aunque en principio, a partir de ese momento, se perderían los kilos de forma más lenta.

Algunos expertos opinan que, ya que los estudios que demuestran su efectividad se han hecho con ratones, el efecto no tiene por qué ser extrapolable a los seres humanos. La práctica parece algo complicada en el sentido de que hay que tener muchísima fuerza de voluntad para no tomar nada a lo largo de tantas horas, alterando los horarios a los que estamos tan acostumbrados.

La dieta Montignac

La dieta Montignac

Según Michael Montignac, en muchas ocasiones el motivo por el que engordamos no es que comamos demasiado sino que comemos mal. Esto significa que hay que hacer ciertas modificaciones en nuestra dieta habitual separando, por ejemplo, las proteínas de los lípidos. También elimina algunas combinaciones de grasas y azúcares, y suprime los alimentos que tienen un alto índice glucémico, como las patatas, el pan o la pasta.

Esta dieta promete la pérdida de 5 kilos al mes aproximadamente siguiendo un modelo de alimentación más o menos como este:

Desayuno: fruta, pan integral con margarina light, café descafeinado y leche desnatada.
Comida: aguacate con vinagreta, filete con judías verdes, queso y agua sin gas.
Cena: hortalizas o sopa de verduras (sin alimentos con alto contenido en fécula), tortilla de champiñones, lechuga y queso fresco 0% materia grasa.

Aunque es una dieta sencilla de realizar, es muy baja en carbohidratos y se centra principalmente en el objetivo de perder peso, pero no de mantener una alimentación sana y equilibrada.

Lo bueno es que al basarse en la premisa de no mezclar ciertos alimentos, es fácil que pueda llevarse a cabo incluso cuando no estás en casa, cosa que no ocurre en otras dietas.

La dieta Cohen

La dieta Cohen

Muchas de las dietas que la gente sigue porque las ve en Internet no están fundamentadas en ninguna base médica. En cambio, la dieta Cohen, creada por un cardiólogo, comienza con el análisis de sangre. Una vez obtenidos los resultados, se elabora una dieta a medida para cada persona. Durante los tres meses iniciales, es bastante estricta porque se eliminan de la dieta más o menos alimentos según lo que determinen los resultados de los análisis y debemos comer de una forma adaptada a lo que nuestro organismo necesita.

Además de los alimentos que se eliminen de la dieta, también es necesario, como casi siempre en las dietas, olvidar las grasas, el alcohol y al azúcar refinado. En principio, la idea es que no pases hambre sino que comas mejor, por lo que se pueden consumir hasta 1.800 calorías al día, ajustadas, eso sí, a tus necesidades personales. Al pasar las 12 primeras semanas, se empieza un programa que dura entre dos y cuatro, en el que pueden introducirse de nuevo en la dieta de forma gradual los alimentos que nos habían retirado con los análisis.

En la siguiente página, www.ladietacohen.com puedes aprender más sobre la Dieta Cohen, y también en www.1stpersonaldiet.com, que es la página oficial de este sistema de alimentación.

Dieta DAP

Dieta DAP

La dieta DAP tiene este nombre porque es una Dieta de Alto aporte de Proteínas. Es un método de adelgazamiento ideado por nutricionistas que se basa en reducir las grasas e hidratos de carbono y aumentar el consumo de proteínas.

La reducción de los hidratos, tal como apuntan las fuentes, conduce a un proceso que se denomina cetogénesis. Esto quiere decir, tal como explican en ELLE, que “la energía comienza a obtenerse a partir de los cuerpos cetónicos, pequeños fragmentos de carbono que se producen cuando el organismo quema grasa corporal en vez de hidratos”.

Tiene además un efecto saciante, por lo que resulta muy fectiva para las personas que no están acostumbradas a hacer dieta y no quieren un régimen complicado que se les haga muy cuesta arriba. Es también una dieta indicada cuando quieres perder grasa localizada, lo que viene muy bien a las mujeres para quitarse de encima los michelines o cartucheras que tanta rabia nos dan.

En cuanto a la duración, estaría entre uno y dos meses, y como siempre, conviene que el médico dé el visto bueno antes de su realización. Hay que tener en cuenta que, al terminarla, es mejor que vayamos introduciendo los alimentos no permitidos poco a poco.

La dieta 911

La dieta 911

-Martes:

Desayuno: yogur light, papaya picada, café sin azúcar y agua con fibra

Comida: ensalada de lechuga y pepino con atún al natural, pan con mermelada y agua con fibra

Cena: huevo estrellado, plátano y agua con fibra

-Miércoles:

Desayuno: zumo de naranja, papaya, tostada y agua con fibra

Comida: ensalada de lechuga y pepino, milanesa a la plancha, media manzana y agua con fibra

Cena: plátano, jícama, pepino con limón y agua con fibra

-Jueves:

Desayuno: papaya picada, yogur natural, café sin azúcar y agua con fibra

Comida: ensalada de lechuga y pepino; sándwich con pan integral, jamón de pavo, queso y tomate; una cucharada de cajeta (dulce de leche) y agua con fibra

Cena: yogur natural, rodaja de sandía o melón y agua con fibra

-Viernes:

Desayuno: huevo estrellado, tostada, media manzana, café sin azúcar y agua con fibra

Comida: ensalada de lechuga, pollo y mayonesa light, cuatro galletas, una cucharada de cajeta y agua con fibra

Cena: leche con cereales de fibra, medio plátano y agua con fibra

-Sábado:

Desayuno: papaya, medio yogur, café y vaso de agua con fibra

Comida: ensalada de lechuga, pepino y zanahoria; salchicha con tomate, cebolla y kétchup; medio plátano y  agua con fibra

Cena: leche con cereales con fibra, jícama con limón y agua con fibra

-Domingo:

Desayuno: tortita integral con miel, papaya,  zumo de naranja y agua con fibra

Comida: ensalada de chayote, hamburguesa, cucharada de cajeta y agua con fibra

Cena: papaya,  leche con cereales ricos en fibra y agua con fibra