¿A dieta? ¡Cuidado con tus hijos!

En muchas ocasiones, cuando los padres se ponen a dieta, tienden a cambiar los hábitos de toda la unidad familiar para que, de este modo, sea más sencillo cumplir con lo estipulado en el nuevo plan alimenticio, o simplemente porque consideran que si algo no es bueno para ellos, tampoco lo es para el resto de la familia.

Esto, sin embargo, puede ser especialmente peligroso para los niños, porque pueden suprimirse de su dieta ciertos productos que son necesarios para su buen crecimiento y desarrollo. Una encuesta realizada en el Reino Unido este año concluía que el 60% de las personas entrevistadas que habían hecho dieta, había eliminado de la alimentación de sus hijos el pan, las patatas o la fruta, entre otros.

También es frecuente que los padres eliminen productos de la dieta de sus hijos cuando quieren que éstos adelgacen, pero sin consultar con especialistas, por lo que el resultado puede no ser el esperado. Los menores de 12 años no pueden hacer dietas tan resctrictivas como los adultos, a menos que sufran de sobrepeso y obesidad y un especialista supervise su alimentación. Las grasas, lácteos, arroz, legumbres y huevos, por ejemplo, son primordiales en el desarrollo de los niños y no puede jugarse con algo así.

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